martes, 3 de febrero de 2009

Es sorprendente constatar que algunos apóstoles no únicamente se dedicaron a escribir en sus epístolas asuntos relacionados con la vida espiritual de los creyentes, sino que también fijaron posición, desde una óptica cristiana, sobre temas sociales.

Así por ejemplo, Santiago, en el capítulo 4 de su epístola universal exhorta a los ricos, dueños de los medios de producción, a cancelar el salario que han ganado los obreros. Con voz sedienta de justicia exige el cumplimiento del legítimo derecho de los trabajadores de recibir un salario justo. Oigamos la solicitud apostólica: “He aquí, clama el jornal de los obreros que han trabajado vuestra tierra, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros” (v.4)
Además, Santiago advierte que los clamores de los obreros explotados “…han entrado a los oídos del Señor de los Ejércitos” (v.4) Es interesante saber que un apóstol de Cristo no sólo dejó oír su voz profética en contra de los pecados e inmoralidades, sino que también denunció los pecados sociales de su época.

Por : Vladimir Orellana Cárcamo